Buzo Deléitate En El Señor

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Marcos 4:38-39 "Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cojín; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? Y despertando, reprendió al viento y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesaron el viento y se hizo grande bonanza." 1. "Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cojín" En este pasaje, Jesús se encuentra en medio de una tormenta en un bote, y mientras todos los demás se preocupan, Él está durmiendo tranquilo. La popa es la parte trasera del bote, un lugar en el que probablemente se encontraba en una postura cómoda. Esto demuestra la humanidad y paz interior de Jesús, aun en medio de la tormenta. Significado: A pesar de las circunstancias caóticas a su alrededor, Jesús permanece en paz, dándonos un ejemplo de confianza plena en el control soberano de Dios. 2. "Y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?" Los discípulos, aterrados por la tormenta, despertaron a Jesús pidiendo ayuda. Este versículo refleja la angustia de los discípulos, quienes no entendían aún la plena autoridad y poder de Jesús. Se sentían abandonados, cuestionando si Él realmente se preocupaba por su bienestar. Significado: El temor y la duda son naturales en momentos de crisis, pero este acto de los discípulos nos muestra que, aunque dude de nuestra situación, debemos recurrir a Jesús con fe, aunque a veces tengamos dudas. 3. "Y despertando, reprendió al viento y dijo al mar: Calla, enmudece." Al despertar, Jesús demuestra Su autoridad divina sobre la naturaleza. Reprende al viento y al mar, ordenándoles a que se calmen. En la Biblia, la reprensión al viento y el mar muestra el poder soberano de Jesús sobre toda creación. Significado: Jesús tiene autoridad sobre todo lo que parece fuera de control en nuestras vidas. Su palabra es poderosa, y lo que Él manda se cumple. 4. "Y cesaron el viento y se hizo grande bonanza." Con un simple mandato, la tormenta cesa y todo queda en calma. Este milagro no solo es un acto de poder, sino una revelación de la paz que sólo Jesús puede dar. La bonanza es la calma perfecta que sucede después del caos.